Ley Orgánica De Inclusión, Igualdad y Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad
Recientemente, Soraida Ramírez Osorio presidenta del Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (CONAPDIS) y la Fundación Misión José Gregorio Hernández tuvo la oportunidad de participar en un encuentro significativo con el Sistema de Naciones Unidas, donde presentó la Ley Orgánica de Inclusión, Igualdad y Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad. Este evento no solo destaca la importancia de la legislación en la promoción de los derechos de las personas con discapacidad, sino que también resalta el compromiso de avanzar hacia una sociedad más inclusiva.
La presentación de esta ley es un hito que refleja un cambio de paradigma en la forma en que se abordan las necesidades y derechos de las personas con discapacidad. A menudo, estas personas enfrentan barreras significativas que limitan su participación plena en la sociedad. La ley busca derribar estas barreras, promoviendo un enfoque integral que abarca desde la educación y el empleo hasta la accesibilidad y la atención en salud.
Uno de los aspectos más destacados de la ley es su énfasis en la igualdad. La inclusión no es simplemente una cuestión de cumplir con normativas; se trata de reconocer y valorar la diversidad humana. La ley establece principios claros que garantizan que las personas con discapacidad tengan las mismas oportunidades que cualquier otro ciudadano. Esto es fundamental para construir una sociedad equitativa, donde cada individuo pueda contribuir y beneficiarse del desarrollo social y económico.
Soraida Ramírez Osorio acotó “esta nueva ley representa un paso significativo hacia una sociedad más justa e inclusiva.” La creación de políticas públicas efectivas, la capacitación de profesionales y la sensibilización de la sociedad son pasos esenciales para garantizar que los derechos consagrados en la ley se materialicen en la vida cotidiana.
El encuentro con el Sistema de Naciones Unidas también subraya la importancia del apoyo internacional en la promoción de los derechos humanos. La comunidad global tiene un papel vital en la vigilancia y el fomento del cumplimiento de esta ley.
La verdadera transformación requiere un esfuerzo conjunto y sostenido para garantizar que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan disfrutar plenamente de sus derechos y participar activamente en la vida social, económica y cultural. La inclusión es un derecho humano, y todos tenemos el deber de trabajar para hacerlo realidad.